Las Obras Misionales Pontificias del continente americano, tiene una larga tradición de Congresos Misioneros llamados en sus inicios, Congreso Misionero Latino Americano (COMLA), siendo en 1999 en Paraná – Argentina, al integrarse las Iglesias del norte (Canadá y Estados unidos), estos encuentros se denominaron; Congreso Americano Misionero (CAM). Desde 1977 en México, con el COMLA 1, se viene haciendo un camino de reflexión de nuestra fe en Jesucristo, creando avances importantes de testimonios de una fe madura de nuestras Iglesias particulares, que hacen vida cristiana en la conciencia del pueblo de Dios, camino recorrido de 11 Congresos Misioneros, hasta en CAM 6, celebrado en la ciudad de Ponce en Puerto Rico, el recién pasado noviembre de 2024.
El caminar de la Iglesia misionera de nuestro continente, ya está pronto a celebrar 50 años de congresos misioneros vividos en diferentes lugares de nuestra América. Cada Congreso es un nuevo Pentecostés, es un proceso de reflexión misionológica y sinodal de una Iglesia misionera ad gentes.
Las Obras Misionales Pontificias de Chile, ha vivido el Sexto Congreso Americano Misionero (CAM6), comenzando con una preparación previa al encuentro. La delegación chilena al CAM 6, compuesta de 19 hermanas y hermanos salidos de diferentes lugares de nuestro país, se congregó en tierras boricuas desde el 19 al 24 de noviembre de 2024, dispuestos a vivir este Pentecostés misionero.
El CAM6 en la ciudad de Ponce, se fue desarrollando en un ambiente festivo y celebrativo, con más de 1.300 congresistas de 42 países y casi 1.000 voluntarios. Nos hemos dejado impulsar con un nuevo ardor a la misión ad gentes de la Iglesia, caminando juntos a la escucha del Espíritu, para ser testigos de Jesucristo en la realidad de nuestros pueblos hasta los confines de la tierra. Participantes desde Canadá en el norte, hasta Chile en el sur, congregados en las Antillas y acompañados por África, Europa y Asia; representados por hermanas y hermanos de Italia, España, Vietnam, Filipinas y otros.
El proceso de reflexión misionológica sinodal del CAM 6 se desarrolló en sus tres ejes temático: IMPULSADOS POR EL ESPIRITU, TESTIGOS DE CRISTO y HASTA LOS CONFINES DE LA TIERRA. Estos ejes nos han guiado para trabajar cada día del Congreso en dos grandes bloques. A) Iluminación Misionológica en la mañana; y B) Reflexión y Discernimiento Metodológico en la tarde.
Contenidos: temas y testimonios:
El primer día. Miércoles 20: Impulsados por el Espíritu.
Tema 1: La misión nace de la Trinidad, por Mons. Raúl Biord
La misión tiene su origen en el corazón de Dios, en el envío del Dios Uno-Trino. Una Trinidad en misión. La Trinidad es ante todo un misterio de salvación: el camino para llegar a Dios, es el acontecimiento de Jesús de Nazaret. La acción de Dios es la manifestación del amor entre el Padre y el Hijo en el Espíritu Santo. La vida cristiana es vida de misión y en misión, porque nace y es impulsada por Dios. La Iglesia no tiene una misión, la misión tiene una Iglesia: La Misión nos define. El Espíritu Santo en la misión: santificación y universalización: el Espíritu Santo como EL TRAVIESO.
Tema 2: Evangelizadores con Espíritu hasta los confines de la tierra: Protagonismo del Espíritu,
Por Mons. Emilio Nappa.
La misión es un camino constante hacia toda la humanidad, sin exclusión: “el evangelizador es el misionero del amor”, se trata de realizar una invitación que parte de las preguntas que tiene el interlocutor; quizá, no tengamos la respuesta en el momento, pero lo esencial es el amor en el diálogo. Todos están invitados a esa gran mesa del Reino, es una invitación abierta.
Por Padre Dinh Anh Nhue Nguyen, ofm Conv.
Recordar la promesa de Jesús que, “vendrá el Espíritu y recibirán la fuerza…” El Papa Francisco propone releer toda la historia de la misión en clave espiritual, es decir, en clave del Espíritu Santo. Así como nadie puede decir “Jesús es el Señor, sin el Espíritu Santo”, tampoco ningún cristiano puede dar testimonio de la misión sin el Espíritu. El Padre, destacó que a pesar de nuestras debilidades, creemos que Dios siempre escribe derecho sobre nuestras líneas torcidas. Finalizó con el sueño recogido por el Papa Francisco: “ojalá el Señor pusiera su Espíritu sobre todos… ojalá todos fueran profetas entre el pueblo del Señor” (cf. Num 11,29).
Testimonio: Ana Ivelisse Rodríguez Ruiz, (misionera laica Puertoriqueña).
La misión ad gentes es mucho más que compartir creencias: es compartir la vida. Todos somos enriquecidos y nadie sale perdiendo: “al abrazar la realidad de otros me despojo de mis máscaras y me vuelvo más humana” .
Segundo día: Jueves 21: Testigos de Cristo.
Tema 1: El Reino como horizonte de la misión. Por Dr. Rodrigo Guerra.
Vivimos en un mundo fragmentado, dolido y en muchas ocasiones sin esperanza. La solución no está en un programa político o en una ideología determinada, sino en una persona: Jesús de Nazaret. Desde la persona de Jesús, podemos reconciliar las diferencias y construir condiciones para mejorar la vida de las personas. A Cristo se le reconoce en los más pobres, marginados y excluidos. El método para anunciar el Reino es el ENCUENTRO.
María es la estrella de la evangelización, aquella madre que se ha hecho cercana, para hacernos cercano el misterio de su Hijo. Cada advocación de María es un modo que nos aproxima a Cristo, el Hijo y nos mueve a encontrarlo en la vida de los pueblos.
Tema 2: Testigos de Cristo en un contexto de diferencias.
Por el Padre Roberto Tomicha.
Ser testigos de Cristo significa lanzarse a convivir en los tejidos de la vida, en las biodiversidades presentes en toda la creación. Ser testigos de la vida en medio de la vida: todo está conectado. El testigo es un caminante, un nómada inter y transcultural que sigue aprendiendo a ser discípulo a partir del encuentro con los demás. La misión es la vivencia de una Iglesia sinodal en si misma atrayente.
La Iglesia misionera, reconoce como escenario de su misión todo el espacio cósmico: Ad gentes, inter-gentes, cum-gentibus, omnes-gentes y omnes-creaturae. Resulta urgente volver a aquella centralidad en el Hijo, único misionero del amor, urge una conversión integral para rearmonizar todo lo fragmentado. “Toda creatura es Palabra de Dios, en cuanto proclama a Dios” (San Buenaventura). La comunidad cristiana recupera su credibilidad, cuando cuida los vínculos, las relaciones y establece puentes.
Testimonio: María Luisa J. Mesina (Fraternidad Misionera Verbum Dei)
Ser misionero es una llamada a ser testigo vivo, a ser testigo para que, a través de tu persona, de tu testimonio de vida, de tu calidad de relación y de tu compasión por los demás, se dé un anuncio vivo del Evangelio. Ser misionero es ir donde están nuestros hermanos que buscan el rostro verdadero de Dios.
Tercer día: viernes 22: …Hasta los confines de la tierra.
Tema 1: Discípulos misioneros: Iniciados y enviados.
Por el Padre Luis Enrique Ortiz Álvarez, CMF
La presentación fue una invitación a través de la imagen de un viaje (un crucero). Las etapas fueron de Puerto Rico a Galilea, de Galilea a Jerusalén y de Jerusalén a los confines de la tierra. El itinerario del discípulo, marcado en varios momentos: llamada al seguimiento, encuentro y vivencia con el Maestro y el envío a anunciar el Evangelio del Reino de la vida, animados por el Espíritu Santo. Nos detuvimos en los Hechos de los Apóstoles, aportando notas características de la Iglesia: testigos de la alegría, hospital de campaña, audacia en la misión y constante movimiento.
Su ponencia termina con la imagen de la “brasa”, de fuego que hace arder y que abrasa a todos. El misionero guiado por el Espíritu debe asumir la actitud de cercanía, compasión, ternura, escucha y diálogo, destacando que el diálogo es condición indispensable para una nueva evangelización.
Tema 2. Desde América al mundo y del mundo a América.
Por el Padre Estevao Raschietti, sx.
Comenzó su exposición planteando un cierto estancamiento misionero entre las Iglesias que han hecho poco en materia de cooperación inter eclesial e Iglesias que han dejado de actuar en gran medida. Planteo 5 preguntas:
¿La misión ad gentes sigue siendo actual hoy?
¿La misión ad gentes es colonial?
¿La misión ad gentes no corresponde a la acción global de la Iglesia hoy?
¿La misión ad gentes es solo para algunos o para todo el pueblo de Dios?
¿La misión ad gentes es una misión imposible?
Si la misión fue colonial, no fue todo malo. No nos podemos negar a la universalidad, ni caer en buscar culpables para justificar nuestras faltas. El llamado a la misión ad gentes es continuo en la reflexión de la Iglesia en nuestro continente, pero debemos pasar de la ansiedad de salvarse, al encuentro de diálogo, humano y sincero. Toda acción de la Iglesia está llamada a hacerse misionera.
La misión de la Iglesia hoy debe colocarse principalmente en el ámbito de las relaciones, más que grandes obras. La misión es fraternizar, cuidar de la vida y de los vivientes, de las heridas de los crucificados, es el encuentro con Jesús vivo.
Testimonio: Juana Madrigal Valencia (Misionera de la Congregación Javeriana).
Tailandia, donde estuvo por 15 años, dice: “Esta tierra de la sonrisa, sufre sentimientos de tristeza y coraje”. Su trabajo con los catecúmenos y neófitos fue de ayudarles a madurar en la fe desde las experiencias propias del budismo. La misión es ser testigos del amor de Dios hacia todos, en cualquier cultura.
Desafíos y Propuestas.
Se intuyó un gran desafío en este Pentecostés misionero vivido en Puerto Rico, que aún existe una gran resistencia hacia la misión ad gentes, fundamentada en varios aspectos:
Una introversión eclesial que hace mirar especialmente hacia lo interno de las realidades respectivas: grupos, movimientos, parroquias, diócesis.
Falta de gratuidad hacia los misioneros y misioneras ad gentes que existen y que muchas veces parecen invisibles para las parroquias y diócesis.
Falta de formación misionológica en nuestras Iglesias locales y en todos los niveles.
Poca infraestructura y estrategia económica, y de recursos humanos que apoyen la misión ad gentes.
Reflexionado sobre el desafío, aparecen propuestas que brotan de lo compartido, tales como:
Promover desde las Iglesias locales la constante salida, como lo ha pedido el Papa Francisco, dar desde nuestra pobreza.
Conocer y animar a nuestros misioneros, manteniendo una estrecha comunicación con ellos, promocionando su trabajo y apoyándolos con la oración, nuestros servicios y nuestros bienes.
Dar a conocer los centros formativos misionológicos y las diferentes facultades, promoviendo e invitando constantemente a patrocinarlos. Crear redes internacionales de cooperación entre los mismos para abrir al pueblo de Dios el mayor acceso a ellos. En cada Iglesia local se debe insistir en proveer una formación actualizada y permanente de la misma a todo el cuerpo eclesial.
La cooperación misionera no puede reducirse a una sola jornada anual, sino que debe nutrirse de distintas iniciativas para un apoyo concreto. Debe promoverse una participación más activa de todos los miembros de la Iglesia; incentivando a los laicos y las familias, sobre todo reconocer el espacio vital de los jóvenes en la realidad misionera.
El sexto Congreso Americano Misionero (CAM6), celebrado en la ciudad de Ponce en Puerto Rico, nos permitió recoger entre los distintos momentos metodológicos algunas resonancias, divididas en desafíos y propuestas, que identifican a las Obras Misionales Pontificias, en lo que refiere a: cooperación, animación, formación y espiritualidad; lo que requiere un camino de discernimiento y análisis, para estar a la escucha del Espíritu Santo.
El CAM 6 se ha realizado en el contexto del Sínodo de la Sinodalidad, por lo que sobresalieron los ejes temáticos de: Comunión, Participación y Misión; que pudimos experimentar a plenitud esos días.
A las puertas del próximo Jubileo, misioneros peregrinos de la Esperanza, nos orientamos a un nuevo Pentecostés misionero en nuestro continente americano, para ser con nuestro testimonio un don de Dios para el mundo.
“¡América con la fuerza del Espíritu, testigos de Cristo!”
Marcelo Oyarzún Ojeda, svd
Secretario Ejecutivo
Obras Misionales Pontificias – Chile
Santiago, diciembre, 2024